Llego a mi casa, cansada, luego de un largo día de trabajo. En pleno invierno, el frío se hace sentir y aunque todavía no sean las 7 de la tarde, ya es de noche. Nada mejor que huir para la playa… Pongo un CD de Ivete Sangalo, saco una latita de guaraná de la heladera y me dispongo a leer el libro Diário do Olivier que compré en mis últimas vacaciones en Brasil. Así me alejo del frío y mato la saudade (es decir, la nostaligia, la sensación de extrañar). Es una huida ilusoria, pero huida al fin…

Así, cada vez que tengo la oportunidad de viajar a Brasil, aprovecho para traerme algunos “sourvenirs” que me hagan sentir siempre en contacto con esa tierra tan querida. Les contaré algunas de mis compras favoritas:

• Guaraná Antarctica: esta bebida típica brasileña es mi perdición. Ni bien llego a Brasil, es lo primero que deseo tomar. Luego, durante toda mi estadía, es mi bebida oficial!
• Productos regionales: adoro la gastronomía brasileña, entonces aprovecho para llevarme los productos típicos, que luego en Buenos Aires son difíciles de conseguir como harina de mandioca o de maíz y el típico feijão.
• Chocolates: los brasileños sí que saben de chocolate!! Las marcas Lacta y el Nestlé son mis favoritas!
• Perfumes: O boticário es una marca de perfumes y cosméticos que tiene locales en todas las ciudades de Brasil. En cada visita aprovecho para comprarme algún perfume (el Ops! es mi preferido) o algún óleo corporal. Sus fragancias son tan exquisitas como únicas.

• Música: Me encanta la música brasileña y su diversidad de géneros y ritmos. No puedo volver de Brasil sin un CD. Algunos artistas que recomiendo: Ivete Sangalo (axê), Claudia Leitte (axê), Oba Oba Samba House (samba electrónica), Skank (pop/rock/reggae), Legião Urbana (rock), Michel Teló (sertanejo).
• Libros: la lectura es una excelente forma, no sólo de conocer la cultura brasileña, sino también de practicar portugués. He comprado varios libros de cocina, historia y viajes.

• Calzado: sin duda uno de los productos más conocidos de Brasil son las havaiannas, pero vale mencionar que todo el calzado, en general, es de muy buena calidad. En las principales ciudades, suelen encontrarse productos de primer nivel y a precios más que convenientes. Por ejemplo, en VIA UNO, si se tiene la suerte de encontrar la liquidación, se puede comprar el mismo calzado por un cuarto del valor que tiene en Buenos Aires.

Así, no puedo decir que no extraño Brasil, pero sí que la espera hasta la próxima vez se hace un poco más amena…