“Rompe las reglas y vas a prisión. Rompe las reglas de prisión y vas a Alcatraz.” La frase resulta más que elocuente para imaginar lo que uno encuentra al visitar esta cárcel de máxima seguridad.
Alcatraz funcionó como prisión de la Agencia Federal de Prisiones de los Estados Unidos desde 1934 hasta 1963, cuando el presidente Kennedy ordenó su cierre por el elevado costo de mantenimiento. Su ubicación la convirtió en un punto estratégico para ser la prisión de máxima seguridad más famosa del mundo. La pequeña isla de Alcatraz se encuentra en la escénica Bahía de San Francisco, de aguas extremadamente heladas, atestada de tiburones y con fuertes corrientes marinas. Es por ello que ostenta el mérito de que nadie logró escapar vivo de allí.
En 1972 la isla fue declarada Parque Nacional, dentro del Área Nacional de Recreación Golden Gate, y en 1973 se abrieron las visitas al público. No resulta extraño entonces, que Alcatraz se haya convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad de San Francisco, recibiendo más de 1.300.000 visitantes al año.
Alcatraz Cruises ofrece el servicio de traslado a la isla. El viaje se realiza en ferry y demora 20 minutos aproximadamente. El punto de partida es el Pier 33, y la frecuencia es de 30 minutos. Se recomienda altamente comprar los tickets con anticipación (desde la página de la empresa), dado que la isla tiene un máximo de visitantes permitidos por día, y para las temporadas altas se suelen agotar los cupos con facilidad. Al realizar la compra uno debe elegir el horario de salida, pero lo bueno es que al llegar a la isla uno puede tomar el tiempo que desee para recorrer la prisión y volver con el primer ferry que se encuentre disponible.
El viaje también sirve para apreciar la bella panorámica de la bahía y la ciudad de San Francisco. Al llegar a la isla busquen un mapa, y mi consejo es que procuren la audio guía, es imprescindible para recorrer la cárcel, conociendo un poco más sobre cada uno de los pabellones y la historia de la prisión y sus prisioneros. El audio tour está muy bien contado, guiando a los visitantes para donde deben caminar y qué encontrarán. Además, una de las cosas que más me impactó es que los hechos están narrados por los propios guardia cárceles y presidiarios.
Una vez adentro, se recorren los distintos pabellones apreciando de cerca cada una de las celdas.
También se tiene acceso a los calabozos de máxima seguridad. Allí se hace referencia a los presos más famosos que pasaron por “la roca”: entre ellos Al Capone y Robert Stroud “el hombre pájaro”.
El recorrido también incluye el comedor, los sectores de visita, los patios y algunas áreas administrativas.
Al finalizar el tour, encontrarán un gift shop donde podrán comprar toda clase de recuerdos, e incluso libros y películas que tienen a Alcatraz como protagonista.
“Usted tiene derecho a recibir comida, ropa, albergue y atención médica. Cualquier otra cosa que reciba es un privilegio” esta es la número 5 de las reglas de la prisión de Alcatraz. Así de dura era la vida para los presidiarios. Así de fuerte resulta la visita a un lugar que uno imagina, en su época de esplendor, lleno de delincuentes. Reconozco que soy muy sensible y la experiencia me resultó impactante, pero también debo decir que es sumamente interesante y por ello muy recomendable.
3 respuestas a “Visita a la cárcel de Alcatraz”
wow. que pasada de visita. Me encantaría.
Realmente es muy fuerte! Y muy interesante!! Muchas gracias por pasar por mi blog! Saludos!
[…] tiene que “amontonar” para sacar una foto, -como por ejemplo en el ferry que va hasta Alcatraz o el de la Estatua de la Libertad- la gente antes de ocupar un lugar, primero se fija de no estar […]